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viernes, 16 de marzo de 2012

2003 SEMÁNTICA CAUTIVA, V

HISTORIAS DE LUZ Y DE RUINA
Lina Cruz-Pinto


Homenaje a John Keats, 2004
162 x 130 cm
"Toda gran obra es una revelación"
Virgilio Ferreira
En su obra se manifiestan en continuo y vibrante unísono la pintura y la poesía. Poesía, que a la par de la Filosofía son disciplinas superlativas del Conocimiento. Cabría, a propósito de esta creación pictórica, citar nombres influyentes y asumidos como Pessoa, Eugenio de Andrade, Ramos Rosas, Baudelaire, Borges, Elliot, Hölderlin, Bachelard o Cioran. Un vasto grupo de personalidades, cuyos pensamientos ciertamente retumban en la más profunda interdisciplinaridad de Hilario Bravo.
Sobre todo su discurso artístico impera una gramática poética revalorizada por una sutil elegancia gráfica y cromática, ambas crecidas al encanto del artista por las más variadas cualidades de soporte y donde, simbólicos signos plásticos, están aquí envueltos en un misterio, en un áurea que nos devuelve al primordial esplendor de la Ontegénesis.
Su pintura, por donde camina, perpetuo, el Dibujo es una filosófica reflexión sobre temas recurrentes; la tragedia de la muerte, la soledad de la contemporaneidad, la melancolía del pasado y la fragmentación del mundo interior, con su consecuente y perturbador infierno de lo cotidiano. Es aquí donde se abre en consecuencia, el silencio –el silencio del abandono, del irreversible fluir del tiempo. Es así, que Hilario Bravo "pintor-poeta" nos responde y nos devuelve a otra geografía capaz de ascender la serenidad de las emociones, la esperanza del paraíso, la claridad interior.
En este magnífico universo, fuente de belleza y de luz, nos coloca y nos inquieta este gran artista. De esta difícil esencialidad formal, brota sin par, un eterno y triunfante espacio de luz. De esa luz ya vista anteriormente en Goya y Velázquez, para volverse en una fuente de fascinación en Zurbarán. o, finalmente, de luz de conocimiento, de espiritualidad: la luz que habría de arrastrar a Saulo de Tarso a la ceguera, para después transformarlo y elevarlo a la clarividencia.
Es esta clarividencia, mezclada de riguroso trabajo ético y estético, la que Hilario Bravo revela en su pintura y de la que, sabiamente nos hablan sus deslumbrantes himnos a la paz.

Catálogo Galería António Prates. Lisboa, Mayo de 2003

Lure, 2002
200 x 180 cm

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